Un buen estado nutricional es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmune.
Por ello, la adaptación de la alimentación durante el proceso de cáncer es de gran importancia, aportando beneficios tanto en el resultado final de la enfermedad como en la calidad de vida durante la misma. En la clínica abordamos con nuestro especialista en nutrición la necesidad de individualizar la alimentación a los síntomas y frecuentemente a la desnutrición que ellos conllevan, solucionando en gran medida la pérdida de calidad de vida y el deterioro del sistema inmune a la que la enfermedad de cáncer conduce.
¿Qué relación hay entre cáncer y nutrición?
El factor conocido más importante es el tabaco, pero además de él hay otros factores de riesgo como la dieta y el alcohol. Por esto una adecuada nutrición es vital tanto para la prevención de la enfermedad como en su abordaje y la calidad de vida durante el proceso.
¿Qué pautas alimentarias son recomendables para una persona diagnosticada de cáncer?
Predominio de productos frescos, basando la alimentación en frutas y verduras, legumbres, frutos secos, pescados, grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra o el aguacate, y cereales integrales, como el arroz, la pasta y el pan.
Deben evitarse los productos ultraprocesados, formados básicamente por azúcares simples, grasas de mala calidad y excesiva sal.
Además, es imprencindible que las preparaciones, platos y alimentos sean adaptados e individualizados a los síntomas que la enfermedad o su tratamiento produce.
I Congreso Comunitat Valenciana para personas con cáncer y familiares, organizado por la AECC (Asociación Española contra el Cáncer).